domingo, 9 de septiembre de 2007

Perseidas

12 de agosto de 2007

Flechas de fuego en el cielo.

Restos expulsados por el Sol de un cometa que cruzó nuestra órbita años atrás, siendo embestidos anualmente por la Tierra en su trayectoria alrededor de nuestra estrella. La velocidad del encuentro con cada uno de estos fragmentos es tan alta que el roce con nuestra atmósfera hace que tanto la pequeña roca como el aire que la rodea se vuelvan incandescentes, formando una estela brillante hasta que el cuerpo extraterrestre es consumido completamente. Desde que alcanzan la atmósfera hasta que quedan totalmente vaporizados pueden recorrer decenas de kilómetros, empleando para ello sólo una fracción de segundo.

Desde el suelo se puede contemplar un buen espectáculo, a lo largo incluso de varias noches. Tumbado en la arena de la playa, en casi completa oscuridad y con el rumor de las olas de fondo, pude observar más de veinte de estos bólidos, radiando desde la constelación de Perseo que da nombre a la lluvia de meteoros. El brillo y la duración de algunos destacaban sobre los demás, llegando a cruzar de parte a parte constelaciones como la del Cisne para luego desaparecer.

Polvo estelar cayendo hacia nosotros. Restos de la formación del sistema solar que tras miles de millones de años en el espacio pasan a formar parte de nuestro planeta, continuando el proceso. Un proceso que parece haber finalizado eones atrás, pero que sigue en activo: la formación de la propia Tierra.

Y para verlo lo único que hace falta es mirar hacia el cielo, y esperar...


2 comentarios:

  1. Ahora es cuando me vendría bien tener un pueblo al que ir para contemplar cosas así... sin este cielo tan contaminado :P

    Me alegro de que estés de vuelta, espero que hayas pasado un buen verano, así, sin estudiar como otros xDD

    Nos vemos pronto en clase. ¡Besos!

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