viernes, 14 de marzo de 2008

Consideraciones sobre la magia

Hace casi un año tuve una discusión con una compañera, a raíz de la aparición de un mago mentalista en un programa de televisión. El mago realizó varios trucos, y cuando acabó el tercero, exclamé: "Vale, creo que sé cómo se podría hacer perfectamente ese último." Las personas con las que lo estaba viendo me miraron con caras distintas, y procedí a explicar lo que se me había ocurrido.

El vídeo de la actuación lo podéis ver aquí.
O si no funciona, probad directamente a descargar este enlace.


El truco consistía fundamentalmente en lo siguiente: el mago mostraba una cuchilla de afeitar (de las de antes, básicamente una plaquita de metal afilada por dos lados y con agujeros en medio), y afirma que la manipulará mentalmente tras habérsela tragado. Para ello, la mete en un vasito, lo llena de una bebida con gas afirmando que las burbujas que se forman en el borde afilado le protegerán, y se lo bebe. A continuación, con la teatralidad de rigor, hace como si la volviese a dirigir a su garganta frotando el cuerpo con los dedos, y una vez que supuestamente estaba allí, con un cordel hacía como si se atravesara medio cuello, y tiraba hacia delante sacando la cuchilla "enhebrada" en el cordel.

Pues bien, lo más seguro es que el truco estuviera simplemente en no tragarse la cuchilla. Con las dotes de prestidigitación que como mago tendrá, basta aprovechar una distracción del público para retirar la cuchilla del vaso en un sutil movimiento. No sé exactamente cuándo lo hace, puesto que el vasito pasa varias veces de mano en mano fuera de encuadre y durante bastante tiempo, pero desde que coge el cordel, podéis ver que la mano izquierda permanece cerrada hasta que acaba el truco ;) . Luego vendría introducir la cuchilla en el cordel mismo, lo cual podría hacerse perfectamente o bien cuando lo coge de la mesa de atrás, o bien cuando lo manipula antes de cortarlo, etc.
Y ahora viene la parte importante. Cuando se atraviesa el cuello. En ella podéis ver que cuando lo intenta sacar, parece como si incluso se despellejase ligeramente la piel. Sin embargo a mí me pareció otra cosa, como si ese efecto ya lo hubiera visto antes. En efecto, era lo mismo que ocurría en párvulos y en primaria cuando se te quedaba pegamento en los dedos. De modo que era simplemente eso, pegamento en el cuello o en el cordel. El pegamento mantenía el cordel en un pliegue de la piel, que quedaba pegado y dejaba de notarse. Además, se puede ver cómo el mago chupa el hilo antes de hacer la parte final del truco, lo que podría significar que este pegamento funcionaba al ser humedecido, igual que el de los sellos y los sobres.


Pero lo que quería recalcar es la conversación que hubo a continuación. En ella, la compañera mencionada antes me preguntó si no sería mejor mantener la ilusión que puede tener un niño ante estas cosas, pensar que realmente era magia, y que el mago tiene de verdad ese poder. Me quedé pensando. El viejo dilema de si averiguar cuál es el truco le quita toda la gracia al número. Pero me centré en el problema. Un niño. ¿Qué sentiría un niño ante esto? En mi opinión, una de las actitudes que puede caracterizar a un niño pequeño sería la curiosidad, el querer saber cómo y por qué ocurren las cosas de su alrededor. Muchos hemos visto o experimentado esa interminable cadena de porqués (yo era bastante insistente :D) cuando quieren que se les expliquen las cosas. Aún están descubriendo el mundo, y hay muchísimo por aprender. Tal vez sea ésta la razón de que los niños pequeños crean en los poderes mágicos. Si cuando ven un truco que desafía su intuición, la explicación que reciben es que se trata de "magia", sin que tengan aún otras referencias, tratarán de asumirlo como tal. Después de todo, la otra persona sabe más que ellos. Puede que la desilusión de saber que es simplemente un truco con una explicación en absoluto sobrenatural provenga de haberse sentido "engañado", de sentir que algo en lo que uno creía se derrumba.

Sin embargo quedaba otro asunto pendiente. Tengo casi veinte años, y ya tengo una idea muchísimo más completa de cómo funciona el mundo (que a uno le guste la física ayuda bastante ;) ). Ya he perdido parte de la inocencia de cuando era un niño ante un mundo nuevo para él, y sin embargo no es que me guste la magia, es que me encanta, aún sabiendo que todo es un truco, que me están engañando delante de mis narices. ¿Cómo puede ser entonces?

Quizás la causa sea eso mismo, el pensar "sé que estoy siendo engañado, esto que me acaba de dejar perplejo tiene su explicación, pero ¿cuál es?", es decir: "¿Cómo lo hacen?" La curiosidad hacia los sucesos de alrededor que uno tiene de niño vuelve a aflorar, el ansia de saber se dispara de nuevo. He visto cientos de trucos de magia para los que no he encontrado explicación aún. Sin embargo, resulta reconfortante pensar en que seguramente la hay, que tras ese hecho que nos deja descolocados hay un fundamento. Y lo que es más, pensar que el impresionante resultado ha sido fruto del ingenio humano, respetando las limitaciones físicas existentes, y a la vez haciendo uso de ellas para provocar más asombro aún al público que contempla maravillado. Eso es, me parece, lo que hace que admire tanto a estas personas. Su capacidad para "jugar con la realidad" y provocar resultados inesperados, que sin embargo no se alejan en absoluto de los límites impuestos por ella.


Así pues, el darme cuenta de que todo es un truco en ningún modo merma mi disfrute del mismo. Es la habilidad del mago para esconder el proceso que lo causa todo lo que hace que la magia me resulte tan sorprendente e interesante. Es más, creo que escribir esta entrada me hace darme cuenta de las razones por las que me gusta dedicarme a la ciencia. A fin de cuentas, el trabajo de un científico es averiguar qué es lo que hay oculto tras todo lo que vemos, desentrañar cuáles son los trucos que se esconden tras ese gran número de magia que nos ofrece nuestro Universo. Ésta es en realidad la meta final, y tratar de acercarse a ella es algo que me encanta.

Además, disfruto enormemente del espectáculo. ¿Qué mas se puede pedir? ;)


6 comentarios:

  1. *Ésta es una de las entradas que he dado en llamar históricas, debido a que llevan en mi cabeza desde la época del nacimiento de este blog, y son responsables del nombre del mismo.

    Me he sentido algo culpable de que hasta ahora lo le haya hecho justicia como se merece (parecía que el título estaba puesto como para quedar bien), aunque espero que eso cambie con entradas posteriores. Espero que las disfrutéis :)

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  2. Quitando que no he podido ver el vídeo por culpa de algunos problemas con Ubuntu y con Windows (en el primero no se ve y el segundo ni siquiera arranca por un pantallazo azul), me ha parecido una entrada interesante. A mí también me gusta la magia, pero el quedarme con cara de tonto sabiendo que me han engañado delante de mis narices ahora ya no se si me enfada o me hace sentir bien como cuando era niño. xDD

    En fin, es magia y hay que verla de esa manera. Ya te contaré cuando vea el vídeo lo que me parece tu explicación del mismo ;)

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  3. Recuerdo que una vez pillé por televisión un programa donde un mago realizaba trucos y luego lo hacía enfocando las cámaras adecuadamente para que se viera dónde residía el truco, y simplemente me maravilló, más la explicación del truco que el truco en sí mismo. Por supuesto no fui capaz de intuir cómo se resolvían esos acertijos antes de que me mostraran la solución, pues incluían variables que desconocía ;)

    Es un poco como cuando los detectives van investigando hasta hallar al asesino. Será que somos detectives del universo.

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  4. Opino igualito que tu, colega.

    Muchas veces he pensado que a pesar de haber perdido la inocencia de cuando era pequeño, no he perdido la curiosidad por saber como se hacen los juegos de magia y por eso aun sigo sorpendiendome o alegrandome cuando disfruta de un buen juego de magia.

    Ahora ya no es la inocencia lo que me hace admirarlos, si no, la facultad que tienen para poder burlar la realidad con juegos la mar de ingeniosos y que en muchas ocasiones destacan por su sencillez.

    Por muchas de estas cosas, ultimamente estoy muy metido en temas de cartomagia y cosas asi. Por curiosidad, y porque quiero disfrutar de lo que se siente al ver la cara de amigos cuando les haces un buen truco.


    Saludos compañero! ya esperaba una actualizacion leches!!! jajajajaja :)

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  5. Gracias por los comentarios :)

    La verdad es que con estas cosas ya no se sabe si es que uno es raro (también en este aspecto, me refiero :S ), o su forma de pensar la comparte mucha otra gente.

    Después de todo, tenemos de ejemplos a James Randi o Penn&Teller, que siendo magos son famosos escépticos, es decir, ¡no creen en absoluto en poderes paranormales! Y obviamente disfrutan muchísimo con la magia.

    Lo que sí es verdad es que impacta mucho más ver el número sin saber el truco (recomiendo ver el vídeo antes de leer mi explicación, que ¡ojo! podría no ser la forma exacta de cómo lo hizo), pero de ahí a pensar que simplemente tiene poderes y no pasar de ahí hay un trecho.

    Me gusta llegar al fondo de las cosas ;)

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  6. Yo sigo disfrutando al ver los trucos de magia, pero no de la misma manera que cuando era una enana; ahora, más que el truco en sí, me gusta saber cómo se hace, qué se esconde tras esos movimientos rápidos, cómo sale la paloma de la manga de la chaqueta y cosas así :)

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