Febrero 2008
Desde GRUPO RBA queremos agradecerle que, en su día, confiara en nosotros y nos facilitara sus datos personales para que pudiéramos mantenerle informado acerca de nuestros productos y hacerle partícipe de nuestras nuevas ofertas y promociones.
Para nosotros es muy importante mantenernos fieles a nuestro compromiso de confidencialidad y protección de los datos de nuestros suscriptores. Por eso nos gustaría confirmar que sus datos estén actualizados para que éstos respondan a su situación actual y podamos mantener contacto con usted.
Justo en este punto me detuve con el primer pensamiento que llegó a mi mente: "¿Y cómo recibe esta carta la gente cuyos datos estén efectivamente desactualizados? Si la dirección es errónea…"
Pero bueno, tal vez se tratase sólo de darles la confirmación de que sí, sigo viviendo aquí. Decidí continuar leyendo:
En este sentido, aprovechamos para informarle que los datos personales que usted haya facilitado al GRUPO RBA (consultar www.rba.es) se han incorporado a un fichero, con la finalidad de prestarle satisfactoriamente nuestros servicios y hacerle llegar información de los productos, ofertas, promociones y/o novedades de nuestras sociedades que pueda ser de su interés por cualquier vía, incluido el correo electrónico y/o medio equivalente. Entendemos que, al haber facilitado sus datos, usted consiente su tratamiento por parte de las compañías que conforman el GRUPO RBA.
Hmmm… sí, recuerdo que cuando me suscribí, aquella casilla que marqué sólo indicaba que no quería que mandasen promociones cada dos por tres, pero sí, se quedaban con mis datos. No es totalmente satisfactorio, pero era de esperar.
Sin embargo, lo verdaderamente interesante venía a continuación:
Si en el plazo de treinta días no nos hubiera comunicado lo contrario enviándonos un email a atencion-cliente@rba.es, entenderemos que los datos facilitados son correctos y que consiente el tratamiento de éstos conforme a las finalidades indicadas anteriormente.
En todo caso, le recordamos que en cualquier momento podrá ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición al tratamiento de sus datos por escrito, junto con una fotocopia de su DNI, a RBA Ref. Datos, c/Pérez Galdós nº 36, 08012 Barcelona.
Le agradecemos nuevamente la confianza depositada en nuestra compañía y aprovechamos para enviarle un cordial saludo.
No pude evitar reírme en voz alta al ver esto. Veamos, pongámonos en la situación de que, como a mí, alguien que se suscribió a alguna colección recibe la carta. En ese caso (a no ser que esa persona quiera negarse a que sigan en posesión de sus datos), no habrá de mandarles ningún mensaje, ya que la dirección es correcta. Pero ahora vamos al caso contrario: una persona ha cambiado de dirección, y por lo tanto no recibe esta carta. Los datos son erróneos. Sin embargo, ¡al no recibir la carta no tendrá idea de que ha de mandar un mensaje a RBA para avisarles! De esta forma, la compañía, al no recibir nada, automáticamente da esta dirección errónea como correcta.
Resumiendo, si nadie quiere negarse a que dispongan de sus datos, Grupo RBA no recibirá ningún mensaje como respuesta, y contará automáticamente todos sus datos iniciales como correctos, lo sean o no, haciendo del envío de estas cartas algo de bastante poca utilidad. Yo les agradezco desde aquí el cordial saludo, pero poco más puedo hacer. Tal vez proponer que la próxima vez lo hagan al contrario, es decir, que la gente a la que sí le haya llegado la carta a su dirección confirme que sus datos son correctos si quieren que la empresa los conserve, y automáticamente eliminar aquellos de los que no hayan recibido respuesta. Como supongo que lo que les interesa es quedarse con los datos de los clientes, puede que con esta forma además ampliasen el plazo.
Y hablando del plazo… Otra cosa que llama la atención es que especifican un límite de treinta días, pero en ninguna parte se indica a partir de cuándo. Todo lo que se sabe es ese "Febrero 2008" que aparece al principio del mensaje. Cuando yo vi la carta, volvía de estar unas semanas fuera de casa, y en ninguna parte se indicaba la fecha de envío, aunque la he buscado por todas partes. No está ni siquiera en el sobre. De forma que no puedo saber cuándo llegó, ni por tanto hasta cuándo puedo responder. Dependiendo de la fecha del aviso, habría tenido o bien hasta justo el día en que vi la carta, o hasta que acabase este mes. Es curioso que te den treinta días con tanta precisión, cuando la posible variación de fechas es de ese mismo orden.
A todo esto, he probado a entrar en la web que indican para consultar, y no ha habido manera de poder consultar los datos personales facilitados.
En fin, qué se le va a hacer. Cuando ya había acabado con la carta, mi padre me preguntó si quería que la tirase. Iba a responder afirmativamente, pero en ese momento cambié de opinión. Le dije que no.
Esta historia daba para una entrada de blog… ;)