lunes, 31 de diciembre de 2007

17/P Holmes

Muchos sabéis lo que le ocurrió a este cometa. Era una pequeña roca de 3,4 km de diámetro vagando por el espacio sin llamar en absoluto la atención. Poco tiempo antes acababa de pasar por el perihelio de su órbita en torno al Sol, y ahora se alejaba de nuevo, dirigiéndose hacia algún punto cercano a la órbita de Júpiter. Pero la noche del 24 de octubre, algo sucedió.

Una de las cavernas y oquedades que conforman la estructura del cometa, resultado de la sublimación de los compuestos a lo largo de varios siglos, colapsó. Súbitamente, una gran superficie de hielo que había permanecido a la sombra durante miles de millones de años fue alcanzada por la radiación solar y bruscamente empezó a sublimarse. La expansión de tantísimo gas generado en tan breve instante de tiempo actuó como una explosión: arrastró consigo una enorme cantidad de polvo y rocas a gran velocidad, que formó una nube casi esférica alrededor del núcleo del cometa en el vacío del espacio.
La luz solar reflejada en ella hizo que la luminosidad de este cuerpo aumentara más de un millón de veces en sólo unas horas, apareciendo como una brillante y nueva estrella en la constelación de Perseo. Mientras tanto, del núcleo continuaba siendo expulsado material, aunque a un ritmo mucho menor, formando una coma más pequeña y algo más densa a su alrededor. En poco tiempo, la nube de polvo generada en el estallido inicial superó el tamaño de Júpiter.
Fotografías de larga exposición comenzaron a revelar la componente gaseosa del material expulsado, moviéndose a velocidades bastante superiores al polvo y brillando débilmente en tonos azulados debido a la ionización producida por el viento solar, a la vez que lo arrastraba hacia los confines del espacio. El 9 de noviembre la nube de polvo del cometa ya era superior al tamaño del mismísimo Sol, convirtiéndose así en el objeto más grande de todo nuestro Sistema Solar.
En estos momentos continúa expandiéndose, y su brillo disminuye a medida que sus partículas se van repartiendo por una zona más y más extensa... hasta que no será distinguible del medio interplanetario, alejándose de nosotros en silencio a merced del astro central del sistema, cuyo viento seguirá soplando durante miles de millones de años...

Poco tiempo después del suceso, se me ocurrió realizar una simulación tridimensional de la expansión de la nube de polvo, basándome en las fotografías que iban apareciendo por la red, y en los datos y la información que se ofrecía. Leí todo lo que pude encontrar sobre el tema, y a partir de una de las explicaciones que me parecieron más lógicas (la de arriba; en realidad se sigue tratando de averiguar si fue realmente eso u otra cosa lo que lo provocó), me puse a trabajar. En dos o tres tardes el resultado fue éste:



Y la traducción de los textos es:

Representación tridimensional del estallido y expansión de la nube de polvo del cometa 17P Holmes. Esta simulación está basada en las imágenes tomadas desde el 24 de octubre de 2007, cuando empezó la expansión.
La animación no ha sido realizada usando un modelo físico por ordenador. Es un intento de recrear la posible estructura y evolución del objeto de acuerdo con las observaciones y explicaciones serias del evento, usando un programa común de animación 3D.

Vista frontal

Como se observa desde la Tierra

Viaje alrededor del cometa

La estructura tridimensional puede observarse

Vista lateral

La forma semiesférica de la nube es visible

Software usado: Cinema 4D R9

Música: Hoppípolla por Sigur Rós


Para la simulación utilicé el sistema de partículas del programa Cinema 4D, y básicamente a ojo, las animé de forma que gran cantidad de partículas fueran expulsadas a lo largo de un gran ángulo y a alta velocidad (estallido inicial), y un instante después, reproduciendo la sublimación subsiguiente a menor ritmo, hice que el emisor (el núcleo) expulsara un número más bajo de partículas con mucha menos velocidad de forma continua. Un modificador de tipo "viento" imitaba la acción del viento solar sobre las partículas de polvo. Haciendo pruebas y ajustes comparando con fotografías, llegué a un resultado más o menos aceptable.

Conforme nuevas fotografías y observaciones iban apareciendo, se hizo más patente que la forma de la nube, más que semiesférica, podría tener forma de paraboloide, y el ritmo al que es arrastrada por el viento solar respecto de la coma central más brillante, puede que sea menor que en la simulación. Esto se debería a factores que por falta de tiempo no pude tener en consideración, como el movimiento orbital propio del cometa, las diferentes velocidades a las que fueron eyectadas las partículas del núcleo en cada ángulo, y la diferente masa de cada una de ellas. En la simulación, todas las partículas tienen una masa prácticamente idéntica. Son cosas que podrían ser mejoradas en una hipotética futura versión.

Pero como primera aproximación parece que no está mal ;)

sábado, 22 de diciembre de 2007

Pausa navideña

Primer día de este período de "descanso" al que no me atrevo a llamar vacaciones. Como para much@s compañer@s, el concepto de "vacaciones de Navidad" tiene para mí connotaciones muy distintas a la época de descanso, felicidad y despreocupación que debería ser… porque el temido Febrero está ya a la vuelta de la esquina. Con un montón de trabajo retrasado hasta esta fecha, y un montón de actividades que te gustaría realizar, y que sólo en estas dos semanas vas a tener tiempo de hacer (o eso cree tu faceta más optimista), el nivel de estrés puede llegar incluso a aumentar. Va a ser necesario organizarse.

De ahí esta entrada. A continuación viene una lista de actividades que debería o me gustaría realizar en esta pequeña pausa que tenemos (podrían llamarse los "propósitos navideños"). Iré añadiendo alguna si se me ha olvidado, y coloreando en verde o en rojo cada uno de los apartados según los consiga o no (los amarillos están a mitad). Veremos su aspecto el 7 de enero.

- Aprender todos los aspectos de la utilización de mi nuevo telescopio
- Tocar algo de música
- Realizar al menos una salida astronómica
- Comprar cierto regalo para el amigo invisible
- Desarrollar y publicar al menos dos de las ideas pendientes para entradas de este blog
- Animar alguna escena para Threads of Destiny
- Salir "en serio" más de una vez
- Reponer algo del peso que pierdo comiendo allí en la residencia
- Tratar de visualizar de forma intuitiva lo que hay en el fondo de todas esas ecuaciones de Termodinámica
- Hacer los ejercicios y problemas que pueda de las asignaturas de la carrera.
- Escribir un relato hiperbreve de ciencia-ficción para un concurso de Granada.

ACTUALIZACIÓN: Bueno, pues el 7 de enero, la lista quedó con los colores que veis arriba. El mal tiempo frustró las dos ocasiones de realizar salida astronómica, lo cual impidió que completara el primer punto. Como se ha visto, sólo publiqué una entrada más, y la segunda, en la que explico qué es eso de Threads of Destiny, tendrá que ser publicada próximamente. En cuanto a vida social, tampoco pude salir mucho que digamos, aunque los objetivos "académicos" ya veis cómo están... :(
Gané dos de los tres kilos que había perdido (balance negativo, pero algo es algo), y el relato no es más que unas cuantas notas en este momento...

sábado, 15 de diciembre de 2007

Insomnio

Estos últimos días no he tenido sueño por las noches. Pero en esta ocasión la sensación era muy distinta a las otras veces en las que ha ocurrido. No se trataba de ese insomnio provocado por alguna preocupación, que hace que uno desee dormir y olvidar, o quizá por ese asunto que te obsesiona y al que no puedes dejar de darle vueltas… Esto era diferente. Simplemente no había sueño. Mi cerebro permanecía activo, pese a haber dormido poco… y apenas me importaba. Podría decirse incluso que estaba de buen humor, que me apetecía hacer cosas. Resulta extraño.

Decidí aprovechar ese tiempo para hacer algún ejercicio más de clase. Al ritmo de la música de mis auriculares, y con una interesante lucidez impropia de esas horas, continué hasta que la pantalla del reloj mostró que estaba llegando a un límite que no debería ser rebasado. Recogí las cosas y apagué la luz. La contaminación lumínica de la ciudad era suficiente para iluminar el camino a través del patio. Totalmente a oscuras, ya en la habitación, procedí a preparar las cosas para el día siguiente, y cuando estuvo listo me dirigí hacia el aseo.

Pero no sin antes detenerme para realizar una última acción: de nuevo en el patio, dirigí la vista hacia arriba. Con las pupilas totalmente dilatadas, sabía que, como otras veces, merecería la pena. Y en efecto así era. Sobre el fondo anaranjado del cielo nocturno, docenas de estrellas ocupaban sus posiciones en el firmamento, dominadas por el fulgor rojizo de Marte, situado directamente sobre mí en ese momento. Lo contemplé durante unos instantes, mientras retazos de nube se desplazaban a su lado, y el frío de la noche acariciaba mi piel.

Con una sonrisa en los labios, me volví y proseguí mi camino. Una lástima que fuera tan tarde…

jueves, 6 de diciembre de 2007

Marte Rojo, Marte Verde, Marte Azul

Hace unas semanas terminé lo que posiblemente sea lo mejor que he leído en mucho tiempo. Se trata de la trilogía de Marte de Kim Stanley Robinson.


Compuesta por los libros Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul, esta trilogía de ciencia-ficción narra la colonización y terraformación del planeta rojo en un futuro próximo. Pero esta somera descripción no hace justicia en absoluto a todo su contenido, sino que el trío de novelas va en realidad muchísimo más allá. A lo largo de casi dos mil páginas, ciencia, sociedad, política y ecología se entremezclan dando lugar a una gran obra, en la que el autor extrapola magistralmente la situación actual de nuestro mundo más de 200 años en el futuro con excepcional realismo.

Su lectura permite contemplar las probables consecuencias del modelo capitalista de la economía y la sociedad actuales, haciendo necesarios cambios drásticos para evitar el colapso de todo el sistema cuando su evolución llega a una situación insostenible.

La atención al detalle a lo largo de la obra es también impresionante. La descripción de las sensaciones producidas por el ambiente transporta al lector directamente al lugar de la narración, al mismo tiempo que la complejidad e interrelación de las tramas argumentales, políticas, ecológicas y personales dotan a las novelas de una profundidad difícil de superar. El desarrollo de los personajes, en ocasiones con puntos de vista muy distintos, aporta una mayor dimensión a las situaciones descritas a lo largo de la historia.

En conclusión, esta serie de libros conforman una obra que, al mismo tiempo que permite experimentar la colonización y la vida en nuestro planeta vecino, hace reflexionar profundamente sobre el mundo en que vivimos, aportando un enfoque totalmente nuevo que ayuda a ver las cosas con mucha más perspectiva. Sin duda una de las mejores características de la literatura de ciencia-ficción en general.


Una recomendación: si la vais a leer, evitad a toda costa los spoilers. Realmente merece la pena.