sábado, 11 de diciembre de 2021

Somos científicos y científicas, sácanos de aquí

En noviembre estuve participando en Somos Científicos y Científicas, Sácanos de aquí, una actividad de divulgación dirigida a estudiantes de instituto y organizada en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Como indica su nombre, consistía en sacar un poco al personal investigador de nuestro ámbito usual de trabajo para que adolescentes de diversos centros pudieran ver cómo somos realmente como personas, a base de preguntarnos lo que fuese: tanto sobre a qué nos dedicamos como cuáles son nuestros intereses, cómo es nuestra vida diaria, nuestra opinión sobre temas diversos, etcétera. Al final del evento, la persona que más votos recibiera del conjunto de estudiantes recibiría un premio de 500 € para dedicar a un proyecto de divulgación propio.

Dichas preguntas podían hacerse en dos modalidades distintas: en chats de media hora en la que toda un aula de instituto hablaba al mismo tiempo con el personal investigador que se conectase en ese momento, o bien mandándonos las preguntas directamente para que respondiéramos de forma más sosegada y en diferido. Ambos modos tienen sus ventajas y desventajas, claro. Por ejemplo, los chats proporcionaban una mayor cercanía y probablemente sean más efectivos para cumplir el objetivo de mostrar que quienes se dedican a la investigación suelen ser personas normales y muy diversas, en vez de seguir los arquetipos estereotipados que son bastante comunes en los medios. Las preguntas en diferido, en cambio, permitían respuestas más detalladas que no da tiempo a elaborar en el ritmo tan rápido de los chats. 

En todo caso, la interacción estaba siempre basada en texto, un formato que a esas edades se domina bastante por las aplicaciones de mensajería instantánea, y fomenta la participación de quienes podrían decidir no preguntar nada por vergüenza, timidez u otros factores. Además, de este modo se puede transmitir mucha más información entrecruzada durante los chats, se evitan los numerosos problemas técnicos y de acceso a ancho de banda que ocurrirían en formato vídeo, y se garantiza la protección de la intimidad del alumnado menor de edad en todo el proceso.

Antes de continuar, quiero señalar que la actividad volverá a repetirse en marzo de 2022, de modo que si alguien quiere apuntarse enlazo aquí la información para el personal investigador y la información para docentes de centros educativos que quieran participar. Eso sí, habrá que tener en cuenta que la selección dará prioridad a centros públicos y situados en zonas rurales, donde se encuentra el alumnado con menos posibilidades de acceso a actividades de divulgación, museos, visitas a universidades, etcétera. La actividad este año contaba también con una novedad respecto a ediciones anteriores: el personal investigador participante tiene la oportunidad de recibir formación en comunicación científica, impartida y certificada por la Unidad de Educación de FECYT.

Personalmente me resultó muy gratificante, aunque por mi horario laboral pude participar en muy pocos chats y me centré principalmente en las preguntas en diferido. Y la verdad es que éstas resultaron ser muy parecidas a las que compilé aquí hace unos diez años cuando usé otra plataforma online para responder cuestiones de quienes me seguían en redes, así que fue una experiencia bastante familiar. Pero esta actividad tenía como añadido que se nos pedía rellenar un perfil con bastante información sobre nosotros mismos y nuestro trabajo, para que el alumnado tuviese una mejor idea de qué preguntas hacernos. Así que, debido a eso, creo que ahora mi perfil allí contiene la mejor descripción de cómo me ha ido yendo este año en el Centro de Astrobiología trabajando para el instrumento MIRI del telescopio espacial James Webb. Lo recomiendo a quien tenga curiosidad.

La web de la actividad también recopila todas las preguntas que respondí durante esas cuatro semanas, y la verdad es que había de todo. Por supuesto, al haber dicho que era astrofísico recibí algunas sobre agujeros negros (qué hay en su interior, cuántos hay en el cielo), también varias sobre el JWST (dónde se fabricó, dónde se situará, si podría ir a algún planeta tras su misión), sobre relatividad, la evolución del universo, qué colores aparte del infrarrojo y ultravioleta nos resultan invisibles, si puede una persona daltónica estudiar esta carrera, o qué fue lo que más difícil me resultó cuando la hice. Pero además la plataforma permitía mandar preguntas a todas las personas a la vez, y de este modo nos llegaron cuestiones sobre la financiación de la ciencia (cuánto cobramos, si nos pagan aunque no hagamos descubrimientos, si hubo dificultad al respecto por la pandemia), sobre nuestros estudios (de qué hicimos el trabajo de fin de grado, consejos para estudiar nuestra carrera), nuestras aspiraciones en investigación (si hemos desarrollado nuestra propia teoría, en qué lugar del mundo nos gustaría trabajar, qué nos resulta más satisfactorio de nuestro oficio, si soñamos con ganar un premio Nobel), nuestras frustraciones (qué hacemos cuando las cosas no salensi el trabajo nos llena lo suficiente), la percepción social de la ciencia (si nuestra investigación podría considerarse vital, tuvimos apoyo de nuestra familia, nos han reconocido alguna vez por la calle, el efecto de series como The Big Bang Theory, actitudes de la sociedad que no nos gusten, estereotipos sobre los adolescentes), anécdotas sobre nuestro trabajo (descubrimientos inesperados, robos de información), y nuestra opinión sobre el futuro (el de nuestro planeta y si llevando todos una dieta vegetariana mejoraría, avances científicos próximos o argumentos de ciencia ficción plausibles). Incluso nos llegaron preguntas sobre religión y filosofía, sobre la existencia de extraterrestres, bioquímica en general, hábitos de alimentación, y con qué figura histórica nos gustaría poder hablar.

La verdad es que todas estas preguntas nos ayudaron también a quienes respondíamos a ampliar nuestra amplitud de miras, y se nos acabó haciendo corto. Personalmente me estoy planteando si volver a apuntarme para la sesión de primavera, pero algo que he decidido con seguridad es reabrir mi perfil en CuriousCat, una plataforma en la que también se pueden hacer preguntas de todo tipo y donde tengo unas cuantas ya contestadas. [ACTUALIZACIÓN: a los pocos días de poner esto CuriousCat dejó de funcionar y me abrí también un perfil en Retrospring]. Si me sigues en redes y tienes alguna cuestión que querrías que respondiese sin la limitación de caracteres de Twitter y de modo que quede recopilada sin perderse en la inmediatez que rige en otras páginas, junto a los comentarios de este blog es también un buen sitio. Espero veros por allí.


domingo, 10 de octubre de 2021

Entrevista a Jocelyn Bell Burnell

El día 10 de febrero de 2016, la Universidad de Valencia recibió la visita de Jocelyn Bell Burnell, descubridora de los primeros púlsares. En el Departamento de Astronomía y Astrofísica pudimos asistir a un seminario donde narró en detalle los entresijos de dicho descubrimiento, y tras ello Antonio Sánchez y yo tuvimos el privilegio de entrevistarla brevemente para nuestro programa de radio El Café Cuántico.

Jocelyn Bell Burnell junto a mí y Antonio Sánchez en la Universidad de Valencia


La entrevista completa en inglés puede escucharse aquí y en el siguiente reproductor:


Como El Café Cuántico es un programa de divulgación en español, tradujimos y doblamos la entrevista con la ayuda de Clara Remón (que nos prestó su voz para Jocelyn). La versión en castellano puede escucharse a partir del minuto 22:08 del programa emitido en radio, accesible aquí, y con información extra en la entrada anterior de este blog. Aprovechando que ya hicimos este trabajo para el doblaje, pongo a continuación tanto la transcripción de la entrevista en inglés como su traducción al castellano, para quien prefiera el formato escrito en vez de audio.


Transcripción en inglés:
H: Héctor, A: Antonio, J: Jocelyn

H:
 Okay, as a first, thanks for agreeing to this interview.
J: You’re very welcome.
H: Okay, so your talk today was about the discovery of pulsars. This is a bit of a big question to ask, but would it be possible to summarize how were they discovered, in a few minutes?
J: They were discovered by accident. We were meant to be looking for something very distant, and these things in the foreground went, “yuhu!”, “hey-ho!” [laughs]. An analogy I sometimes use is, you are somewhere with a good view, you’re making a video of a sunset, a car comes and parks in the foreground, and it has its yellow lights flashing, which spoils your video.
H: Unless you were searching for a suspect or… in the area.
J: Yes.
A: So… can you relate more or less to our listeners how it is to stay all night long looking at the sky with a radio telescope?
J: With radio telescopes you do not normally work at night. That was partly why I went into radio astronomy. I thought, “I can get a good night sleep and do the radio astronomy in the daytime”. And that’s normally what you do with radio astronomy. But in fact, when we were finding the pulsars I had to work sometimes at night. But it wasn’t usual.
H: Just so the audience knows, she had to analyze the data by hand because it was not on a computer, like now, this was 1967…
J: Yes.
H: So, where was the data stored?
J: The data came out as a pen moving over chart paper and we stored the chart paper, we rolled up the chart paper and we kept them in shoeboxes, because the boxes that they sell shoes in are about the right size for these rolls of paper.
H: That was like, 40 meters a day each…?
J: Um…
H: Something like that?
J: No, four hund- Um… My brain is going, um…
H: I think in the talk it was 120 meters a day… if it was all day long…
J: Yes, four, four hundred for a full sky survey.
H: Aaah okay.
H: So yeah, so the telescope was pointing at a fixed direction?
J: Yes.
H: The sky had to move around…
J: Yes. As the Earth turned you see different bits of sky.
H: So the discovery of pulsars was by accident but, how did you identify them?
J: That took a long time. Worse.. Some months. Because when you find a curious signal, you have to suspect there is something wrong. So you first of all try to find what’s wrong with your equipment. And finally you decide it’s nothing wrong with your equipment. And another problem with radio telescopes is they can pick up radio interference. So in those days, cars could produce radio interference. They were not properly suppressed, the electrics in a car. And anything that sparked would give radio waves. Today it’s mobile phones and microwave ovens that give the problems, but, you know, they too produce radio waves that you don’t want as a radio astronomer.
H: Even meteors, I think. The first radio observations were of… trying to bounce radio…
J: Yeah, that’s reflected off. Yeah, that’s using radar, really.
H: Ah, okay, so… it’s not emitted by them.
J: Not emitted by them, no. That’s right.
A: A pulsar is more or less… it’s an incredible remnant of a Supernova event; they are also referred to as “cosmic lighthouses”, and in 1972 and 1973 a plaque was sent together with the Pioneer 10 and Pioneer 11 with a message attached there. One of the things included there is the relative position of the Sun to the Galaxy Center and the 14… I’m not sure if they are the 14 nearby closest pulsars…
J: They might be the strongest ones, I’m not sure but it was the number of pulsars, yes.
A: So, there how many… you discovered 4 pulsars… are these 4 pulsars included in?
J: I DON’T KNOW! I’ve not checked. They would probably have used strong pulsars because they will be easiest to observe. There is another sense in which pulsars can be cosmic lighthouses. When we start travelling through the galaxy in spaceships we will have a radiotelescope attached to the spaceship and we will get fixes on several pulsars and work out where we are because that pulsar is in that direction, this other pulsar is in that direction and a third pulsar is in another direction and that allows you to say where you are in the galaxy, a bit the way people in ships use lighthouses to find out where they are. 
A: So do you think (that) any extraterrestrial civilization is going to find us some day, maybe? I don’t know if because of this Pioneer 10 plaque but…
J: I think the chances of another civilization picking up the Pioneer 10 or 11 satellites is rather small; but one of the amazing things in astronomy in the last 10 years is realizing that many stars have planets. There are far more planets in the universe than we had originally thought. And if there are more planets, there would be more planets properly placed to be suitable for life; so quite possibly there is life elsewhere in the Universe on 1 of these planets. Whether we can contact it is another issue but I think the chances of there being life are big. 
A: Ok, I have one last question, which is a little bit more related to the award you receive after a big discovery. What was your reaction? Can you explain it again, after the Nobel Prize award to Antony Hewish… and also what would it be your reaction nowadays if a woman in science, it doesn’t matter in which field, doesn’t receive a prize that she merits?
H: She earned?
J: She earned, yes. I think I was excluded from the Nobel Prize because I was a student. I don’t think they knew I existed. I don’t think they knew I was a woman. So it was because I was a student. I was very pleased when I heard the news because I realized immediately that this created a precedent. Opened a door. Up till then, no astronomer had won a Nobel Prize. There is no Nobel Prize in Astronomy, you only get it through Physics, and this was the first time the Physics Committee had considered there was good physics in Astronomy. And I knew that once that door had been opened, other astronomers would get Nobel Prizes and since then probably about 15, maybe 20, astronomers have had Nobel Prizes. So it was hugely important, and I was proud that it was these pulsars or neutron stars that had convinced the Physics Committee that there was good physics in Astronomy. 
A: Ok, so I think that was all from our part. Thank you very much for this interview.
J: You’re very welcome. Was it recorded ok?
H: Yeah, I think it is. Thank you sooo much…
J: You’re very welcome.

Traducción al español:
H: Héctor, A: Antonio, J: Jocelyn

H: Bueno, antes que nada, gracias por aceptar esta entrevista.
J: ¡No hay de qué!
H: Entonces, su charla hoy trató sobre el descubrimiento de los púlsares. Esto es una pregunta un poco amplia, pero ¿sería posible resumir cómo se descubrieron, en unos minutos?
J: Se descubrieron por accidente. Se suponía que íbamos a buscar algo muy lejano, y estos objetos aparecieron delante en plan "¡Yuju!", "¡Eo!" [Se ríe]. Una analogía que uso a veces es: tú estás en un sitio con buenas vistas, sacando un vídeo de la puesta de sol, un coche viene y aparca delante, y los destellos de sus luces amarillas te fastidian el vídeo.
H: A no ser que se estuviera buscando a un sospechoso o algo, en la zona.
J: Sí.
A: Y… ¿puede relatar más o menos a nuestros oyentes cómo es estar toda la noche mirando al cielo con un radiotelescopio?
J: Con radiotelescopios normalmente no se trabaja por la noche. Por eso en parte me metí en radioastronomía. Pensé: "Puedo dormir bien por las noches y hacer la radioastronomía por el día". Y eso es lo que se hace normalmente en radio astronomía. Aunque de hecho, cuando estábamos descubriendo los púlsares tuve que trabajar a veces de noche. Pero no era lo normal.
H: Para que lo sepan los oyentes, tuvo que analizar los datos a mano porque no estaban en un ordenador como ahora, esto era en 1967…
J: Sí.
H: ¿Y dónde se almacenaban los datos?
J: Los datos salían con un punzón moviéndose sobre sobre papel pautado, y almacenábamos ese papel, lo enrollábamos y lo guardábamos en cajas de zapatos, porque las cajas en las que venden zapatos tenían el tamaño apropiado para estos rollos de papel.
H: Eso eran unos, ¿40 metros cada día…?
J: Em…
H: ¿Algo así?
J: No, cuatrocient… Um… Se me va el cerebro. Em…
H: Creo que en la charla se dijo 120 metros al día, si estaba todo el día…
J: Sí. Cuatro. Cuatrocientos para escanear todo el cielo.
H: Aaah, vale.
H: Y… ¿el telescopio apuntaba a una dirección fija?
J: Sí.
H: Tenía que moverse el cielo alrededor…
J: Sí. Conforme gira la Tierra ves distintas partes del cielo.
H: Y el descubrimiento de los púlsares fue un accidente, pero ¿cómo los identificó?
J: Eso llevó mucho tiempo. Más… varios meses. Porque cuando encuentras una señal curiosa, has de sospechar que hay algo mal. Así que antes de nada intentas buscar qué falla en tu instrumento. Y finalmente decides que no le pasa nada al equipo. Y otro problema con los radiotelescopios es que detectan interferencias. Y por entonces, los coches podían producir interferencias en radio. No estaban bien aislados, los circuitos eléctricos del coche. Y todo lo que soltara chispas producía ondas de radio. Hoy los que dan problemas son los teléfonos móviles y los microondas, pero sí, también producen ondas de radio que no quieres como radioastrónoma.
H: Incluso los meteoros, creo. Las primeras observaciones en radio fueron… intentando hacer rebotar ondas de radio…
J: Sí, que se han reflejado. Sí, eso era usando radar, en realidad.
H: Ah, vale entonces… no las emiten.
J: No las emiten, no. Correcto.
A: Un pulsar viene siendo... un remanente increíble de una Supernova. También se les conoce como "faros cósmicos", y en 1972 y 1973 una placa fue enviada junto con las sondas Pioneer 10 y Pioneer 11 con un mensaje grabado en ella. Una de las cosas allí incluidas es la posición relativa del Sol al centro de la galaxia y a 14... bueno, no estoy seguro de si son los 14 púlsares más cercanos en nuestras inmediaciones...
J: Puede que sean los más intensos, no estoy segura, pero ese era el número de púlsares, sí.
R: Usted descubrió los 4 primeros púlsares... ¿Están estos 4 púlsares incluidos entre ellos?
J: ¡No lo sé! No lo he comprobado. Probablemente utilizaran púlsares intensos, ya que serán más fáciles de observar. Hay otro sentido por el que los púlsares pueden ser faros cósmicos. Cuando empecemos a viajar a través de la galaxia en naves espaciales llevaremos un radiotelescopio unido a la nave y obtendremos las posiciones de varios púlsares para calcular dónde estamos; porque este pulsar está en esta dirección, este otro púlsar está en esa dirección y un tercer pulsar está en otra dirección, y esto te permite decir dónde te encuentras dentro de la galaxia, del mismo modo que la tripulación de los barcos utiliza los faros para orientarse.
A: Entonces, ¿usted piensa que quizás alguna civilización extraterrestre nos encuentre algún día? No sé si gracias a la placa de la Pioneer 10, pero...
J: Creo que la probabilidad de que otra civilización dé con las sondas Pioneer 10 o 11 es bastante remota; pero una de las cosas más increíbles que han acontecido en la astronomía en los últimos 10 años es descubrir que muchas estrellas tienen planetas. Hay muchos más planetas en el universo de los que pensábamos en un principio. Y si hay más planetas, también habrá más planetas situados en regiones que los hacen aptos para la vida; por lo que muy posiblemente haya vida en otros lugares del Universo en uno de estos planetas. Que vaya a ser posible contactar con ellos es otro tema, pero creo que las posibilidades de que exista vida son grandes.
A: Tengo una última pregunta, más relacionada con los premios que alguien recibe después de un gran descubrimiento. ¿Cuál fue su reacción, si lo puede explicar de nuevo, tras la entrega del Premio Nobel de Física a Antony Hewish... y también cuál sería su reacción si hoy en día una científica, no importa en qué campo, no recibiera un premio que... merece?
J: Que merece, sí. Yo creo que fui excluida del Premio Nobel porque aún era estudiante. No creo que ellos supieran de mi existencia. Ni creo que supieran que yo era mujer. Sucedió así porque era una estudiante. Me alegré muchísimo cuando me enteré de la noticia porque me di cuenta de inmediato de que esto creó un precedente, abrió una puerta. Hasta entonces, ningún astrónomo había ganado un Premio Nobel. No hay un Premio Nobel de Astronomía, sólo se consigue a través de la Física, y ésta fue la primera vez que el Comité de Física había considerado que había buena física en la Astronomía y supe que una vez que la puerta se había abierto otros astrónomos obtendrían Premios Nobel y desde entonces han sido alrededor de 15, quizás 20, los astrónomos galardonados con un Premio Nobel, así que aquello fue muy importante y estaba orgullosa de que fueran estos púlsares, o estrellas de neutrones, los que convencieron al Comité de Física de que había buena Física dentro de la Astronomía.
A: Ok, pues esto es todo por nuestra parte. Muchas gracias por la entrevista.
J: De nada, ¿se ha grabado bien?
H: Sí, creo que sí. ¡Muchísimas gracias...!
J: No hay de qué.



El Café Cuántico 3x09: Cuestión de escala

Como una de mis últimas entradas en el blog trató sobre la navegación con púlsares, he pensado que iba siendo hora de colgar aquí un episodio más de El Café Cuántico, el programa de radio al que me uní como presentador en 2016 junto a Elena Denia y Antonio Sánchez. El motivo es que en él emitimos la entrevista que tuvimos oportunidad de hacer a la mismísima Jocelyn Bell Burnell, quien descubrió las primeras señales de estos objetos astronómicos.

El programa entero, emitido originalmente el 31 de marzo de 2016, puede escucharse aquí y a continuación:



La noticia que traje ese día (minuto 3:10) fue la creación de un microorganismo sintético de genoma mínimo por el equipo de Clyde Hutchison y Craig Venter (Francis Villatoro hizo un buen resumen y compilación de enlaces sobre el tema aquí). Tras ello, Antonio nos contó (4:40) por qué las lunas internas de Saturno podrían tener menos de 100 millones de años, y Elena nos habló en Cienciadicción (7:50) del libro La física del futuro, de Michio Kaku. A continuación, en la sección Bajo el microscopio (15:09) expliqué el fenómeno climático de El Niño y los efectos que está teniendo su combinación con el calentamiento global.

En la sección La llamada experta de este programa (22:08) sustituimos dicha llamada por la entrevista que hicimos Antonio y yo el mes anterior a Jocelyn Bell Burnell en su visita a la Universidad de Valencia. Para la emisión en radio local transcribimos y tradujimos el audio, y tras ello lo doblamos al castellano con la inestimable ayuda de Clara Remón en el papel de Jocelyn. No obstante, también subimos a ivoox el audio original en inglés, y en la siguiente entrada de este blog he compartido los textos para poder leerla, tanto en inglés como en español.

Finalmente, en la tertulia que ocupa la segunda mitad del programa (a partir de 37:58) contamos con el experto en nanociencia Ismael Mullor. Con él descendimos a la escala del nanómetro para descubrir cómo es posible manipular la materia a tamaños tan diminutos. De cara a la publicación de esta entrada en el blog, Ismael me pidió incluir esta aclaración por su parte respecto a su intervención: "Creo que di unas fechas mal mencionando el debate epistolar sobre nanotecnología molecular de Smalley y Eric Drexler. Creo que dije que tuvo lugar en 2006 cuando en realidad tuvo lugar entre 2001 y 2003 (2006 fue el año de fallecimiento de Smalley)". 

Antonio Sánchez, yo, Elena Denia e Ismael Mullor

A continuación incluyo la transcripción de mis dos secciones en el programa para quien prefiera la versión escrita, y con enlaces extra para ampliar información.

Noticia de actualidad:

En 2010, este equipo apareció en los medios tras lograr crear un organismo sintético a base de fabricar en el laboratorio el ADN con la secuencia del genoma de una pequeña bacteria llamada Mycoplasma mycoides e implantarlo en la célula vacía de un microbio similar. Este era uno de los primeros pasos para lograr crear microorganismos a medida con aplicaciones biotécnológicas como la producción de biocombustibles o fármacos.

Pero para llegar a este objetivo, conviene primero saber qué genes son los mínimos necesarios para la vida de un organismo así para luego poder añadir sólo los que interesen, así que estos años estuvieron analizando los 901 genes de Mycoplasma mycoides y eliminando los que no fuesen esenciales, hasta dar con un genoma funcional de sólo 473.

Este resultado ha sido una sorpresa, porque la bacteria con el genoma más pequeño y que no vive dentro de otra célula, Mycoplasma genitalium, tiene apenas 525, y se estimaba que de ellos sólo unos 200 o 300 serían esenciales para la vida. En cambio, no se ha conseguido que el genoma funcione con menos de 473 genes, y de éstos, la función de 149 (casi un tercio) es completamente desconocida.

Parece claro que aún falta mucha investigación básica para determinar cómo funcionan esos genes restantes, qué papel tienen en el metabolismo mínimo que necesita un organismo vivo, y cómo dependen del entorno concreto en el que éste se desarrolla.

Bajo el microscopio:
Pasamos a Bajo El Microscopio, donde explicamos noticias que hayan dado lugar a confusión en los medios, o respondemos preguntas científicas que nos manden los oyentes.

¿De qué nos vas a hablar hoy?

Esta vez voy a tratar el fenómeno climático conocido como El Niño, que es un tema del que quería hablar este año porque podría tener influencia en lo caluroso que está siendo, y Miriam Jiménez me lo recordó hace unas semanas.

¿En qué consiste esto de El Niño?

Pues tiene que ver con las corrientes oceánicas y atmosféricas sobre el océano Pacífico. En condiciones normales, o neutras, en la zona tropical el viento suele ir de Este a Oeste, empujando el agua superficial desde las costas de Sudamérica hacia Oceanía. Ésta se va calentando por el Sol hasta que se evapora, el aire húmedo y caliente se eleva, y hace que en el Oeste del Pacífico haya sistemas de bajas presiones y tormentas bastante frecuentes. Luego el aire viaja por capas más altas de vuelta a Sudamérica, y ya habiéndose enfriado, desciende creando altas presiones (empujando más aire hacia el Oeste). Un detalle importante es que como el agua superficial se mueve al Oeste, en las costas de Sudamérica asciende agua fría del fondo que la va reponiendo. Esto cuando no hay anomalía, ¿vale?

Sí.

Pues el fenómeno de El Niño consiste en que estos vientos hacia el Oeste se debilitan o incluso cambian de sentido, de modo que el agua caliente de la superficie ahora va hacia el Este y se va acumulando y calentando, haciendo que no suba agua fría del fondo en el Este del Pacífico. Este ciclo se va repitiendo irregularmente con una frecuencia de entre 2 y 7 años, y se llama El Niño haciendo referencia al niño Jesús, porque cuando ocurre se nota sobre todo en fechas de Navidad. Al fenómeno opuesto se le ha llamado La Niña, y consiste en que los vientos del pacífico se hacen más intensos hacia el Oeste, y sube más agua del fondo produciendo enfriamiento. No se sabe muy bien por qué se producen estos cambios de la circulación, pero se está estudiando mucho.

¿Y qué consecuencias puede haber cuando se da El Niño?

Bueno, una de las consecuencias más inmediatas es que como esta vez el agua caliente en la superficie se acumula cerca de Sudamérica, es ahí donde se produce más evaporación y aire húmedo elevándose, por lo que se dan tormentas y lluvias torrenciales que pueden provocar inundaciones, aumentan las enfermedades transmitidas por mosquitos, etcétera (recordad el Zika). Al mismo tiempo, como no sube agua fría del fondo que iría cargada de nutrientes, disminuye la pesca en esa zona, y también la abundancia de aves marinas, cuyo guano se necesita como fertilizante en agricultura. Además hay que tener en cuenta que en el Oeste del Pacífico y en el Índico ahora hay menos evaporación y menos lluvia, y en regiones como Indonesia la agricultura se resiente debido a la sequía.
Pero quizá lo más dramático sea el aumento de temperatura global que produce ese agua caliente. El evento de El Niño que tuvo lugar en 1997 y 98 fue el más fuerte registrado en su momento, y produjo un aumento de la temperatura del aire de un grado y medio, comparado con el cuarto de grado que suele ser habitual en este fenómeno. Se estima que el 16% de los corales murieron con ese aumento de temperatura, hubo sequías e inundaciones importantes en regiones de todo el globo, y en el Pacífico hubo un número récord de ciclones de categorías 4 y 5.

¿Cómo se compara este año con ese evento tan fuerte, entonces?

El evento de El Niño que tenemos ahora mismo, que empezó en 2014, está siendo tan fuerte como el del 98, pero ahora las temperaturas son más altas así que están mes tras mes rompiendo récords. Como antes, esto está produciendo sequía en Indonesia, Filipinas, Sudáfrica, etcétera; los ciclones tropicales han superado a los del 97… Y supongo que habréis visto las nevadas tan intensas que ha habido en Estados Unidos últimamente, pues se deben a que el aire está más caliente y cargado de humedad, y cuando llega a regiones frías tiene más agua que descargar en forma de nieve.
En Europa, los efectos de El Niño se notan sobre todo en invierno, por lo general siendo más frío y seco en el norte, pero más suave y lluvioso en el Sur de Europa, donde nos encontramos. Y este año aquí prácticamente no hemos tenido invierno, se ha notado bastante…

Ahora mismo El Niño ya está terminando y se cree que para otoño puede haber empezado un evento de La Niña, pero con las temperaturas globales tan altas aún estos meses, veremos qué verano nos espera.

¿Entonces todo esto tiene que ver con el calentamiento global?

Está relacionado. Algo importante a recalcar es que NO es únicamente El Niño lo que está haciendo que suba tanto la temperatura, sino el calentamiento global debido a la actividad humana. De hecho se ha visto que incluso si eliminamos las fluctuaciones debidas a El Niño y La Niña, el año pasado aún tendría la temperatura más alta registrada, pero con El Niño ha sido peor. Algo que resulta ilustrativo es que hace años los negacionistas del calentamiento global mostraban la gráfica de temperaturas sólo desde 1998, y de ahí sacaban un ajuste para decir que la temperatura ya no había aumentado más. Como el punto de inicio era muy alto, la recta salía horizontal. Pues ahora ya no se puede hacer, porque la temperatura sólo por calentamiento global ya estaba siendo parecida a 1998, y ahora con el aumento por El Niño tenemos un pico aún más alto. Hablamos de varias décimas de grado, pero ya nos estamos aproximando a los 2 °C sobre los niveles pre-industriales, que es un límite importante.
En cuanto a este El Niño, cuando acabe, la temperatura descenderá, pero el calentamiento global se podría acelerar por este año caluroso, ya que por ejemplo si un verano hay mucho deshielo del casquete polar ártico, el año siguiente le cuesta más recuperarse, y cuanto menos hielo más fácil es absorber calor en esa zona. El permafrost de Siberia libera mucho carbono a la atmósfera cuando se derrite, y no se recupera fácilmente… Hay varios mecanismos de retroalimentación que hacen que cuanto más calentamiento, más fácil es que el planeta se caliente aún más.

Y así estamos, de momento… esperando que si se toman medidas efectivas para mitigar el cambio climático, esto se haga cuanto antes.



domingo, 13 de junio de 2021

Enciérrate con la ciencia

Este año empecé una aventura nueva. Desde enero soy investigador postdoctoral en el Centro de Astrobiología, en el que estoy contratado por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, y trabajo simulando cómo se observarían en el infrarrojo medio galaxias con formación estelar usando el Telescopio Espacial James Webb (que, si todo sale bien, se lanzará este año).

Pero para poder empezar necesité antes que nada encontrar un piso al que mudarme, y esto me llevó a estar más contacto con Sara Robisco, a quien conocí divulgando ciencia en el podcast Coffee Break. Resulta que Sara, ante el inicio del confinamiento el año pasado, tuvo la idea de aprovechar la situación y crear un podcast en el que gente del ámbito científico respondiese en directo preguntas de la audiencia, para así pasar el rato mientras se permanecía en casa. El apropiado nombre del programa es Enciérrate con la ciencia, y desde octubre se empezó a retransmitir también en vídeo en el canal de Twitch de Scenio. No queriendo dejar pasar la oportunidad, Sara me ofreció participar en este otro proyecto de divulgación científica y, como no podía ser de otra manera, acepté.

Hay enlaces a todos los episodios emitidos en la página de Podcastidae del programa, y en cada uno están las opciones para escucharlo como podcast en ocho plataformas distintas, además de algunos temas que se trataron, los participantes, y contenido al que se hizo referencia. Los programas emitidos en vídeo quedan también disponibles en el canal de YouTube de Scenio TV.


Las preguntas que se nos podían hacer llegaban a través del hashtag #EnciérrateConLaCiencia en Twitter, o bien en el chat durante la emisión en directo en Twitch, y a continuación puede verse el resultado de los programas en que pude participar. En el título de cada uno enlazo su página correspondiente de Podcastidae para acceder a la información extra, y también he decidido enumerar aquí los temas tratados de forma más completa, para poder elegir:


Ballenas, cucarachas y el cosmos | Enciérrate con la Ciencia #25

El primero en que participé. Invitado junto a la bióloga Patricia Sánchez, el químico Juan Carlos Gil y la astrofísica Ana Salvador, tratamos temas desde el aguante de respiración de las ballenas hasta la resolución de dudas cosmológicas, pasando por viajes interestelares, destrucción de planetas, la muerte de estrellas, combate espacial, cuásares, telómeros, agujeros negros, acrónimos astronómicos, materia oscura, teoría de cuerdas, y más. También se habló del aspecto colaborativo de la ciencia y cómo funciona ésta realmente, así como de la necesidad de referentes diversos, y la discriminación que aún tiene lugar en estos ámbitos.


Perseverance, Ingenuity, minerales y bacterias | Enciérrate con la Ciencia #28

En éste, aparte de Sara y yo los participantes fueron la química Nuria Campillo, el geólogo Rubén Aguayo y el ingeniero Antonio Pérez Verde. Esta vez tuvo protagonismo el rover Perseverance y su dron Ingenuity, cuya llegada a Marte empezaba a ser inminente, y también se comentaron detalles del rover Curiosity y la misión InSight, que siguen operativas en el planeta rojo. Otras preguntas se centraron en rocas difíciles de formar, volcanes, terremotos, circones, nanotecnología, terraformación y el pasado de Marte, el objeto interestelar ʻOumuamua, OVNIs, los problemas de los Starlink, la resistencia de los microorganismos a las extinciones, contaminación biológica de Marte, diferencia entre variante y cepa de un virus, el horizonte observable del universo, la diferencia entre vacuna y antídoto, de qué depende el inicio de la fusión en una estrella, y la vacuna de Luis Enjuanes. Se comentaron además diversas iniciativas que tendrían lugar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, pocos días después.


Análisis bayesiano, dataciones, sinestesia y el pene de Osiris | Enciérrate con la Ciencia #29

Aquí participé junto al psicólogo Mugu, la matemática Anabel Forte y el ambientólogo Mario del Álamo. Este episodio dura algo menos porque hubo problemas técnicos al principio, pero las bromas que tuvieron lugar mientras se solucionaba ya marcaron el tono durante el resto del programa e hicieron que acabara siendo uno de los episodios más divertidos. Los temas tratados fueron la sinestesia, el análisis bayesiano, inteligencia artificial, cómo encontrar la estrella Cervantes, las magnitudes de las estrellas, la datación de fósiles, la contribución española a la misión Perseverance, el retorno al público de la financiación de misiones espaciales, qué ocurrió en los primeros días tras el aterrizaje de Perseverance en Marte… y a la media hora de terminar hubo una pregunta sobre el pez que en la leyenda devoró el pene de Osiris y todo se desmadró durante un rato entre risas. Pero tras ello aún dio tiempo de comentar los problemas energéticos de Texas y cómo se distribuye la energía eléctrica en España.


Axiomas, procesadores y misterios del universo | Enciérrate con la Ciencia #31

Este episodio fue el último de la temporada, y el resto de participantes eran Juan Carlos GilAnabel Forte y el físico e ingeniero Francisco Javier Guardiola. En este programa hablamos sobre los ordenadores que usan las sondas espaciales y cómo se planifican sus operaciones, sobre astronautas, supernovas de tipo Ia y la expansión del universo, el supuesto efecto Allais en péndulos, la anomalía de las Voyager, péndulos de Foucault, el último estudio sobre motores de curvatura, el fondo cósmico de microondas, la universalidad de las matemáticas, energía solar basada en el espacio y otras energías del futuro, esferas de Dyson, sistemas solares de seis estrellas, los sistemas estelares más cercanos, y terminamos con risas debido a frikismos varios.